Consejos sobre precios de un Superanfitrión

Cuando Daniel Chamillard comenzó a hospedar en 2012, no tenía nada claro cuánto debía cobrar. «Poco a poco, con el tiempo y la experiencia, aprendí a sacar más provecho de mis anuncios», comenta.

Desde entonces, ha recibido a cientos de huéspedes en sus propiedades de Tenerife. Consiguió su distintivo de Superanfitrión en 2014, se convirtió en Superanfitrión embajador en 2020 y pasó a formar parte del Consejo asesor de anfitriones en 2022, cuya misión es comprender los retos a los que se enfrenta la comunidad de anfitriones y servir de puente para que sus comentarios lleguen a Airbnb.

Le pedimos a Daniel que nos contara cómo hace para establecer los precios de sus anuncios de modo que sigan siendo atractivos para los viajeros. Él insiste en que no existen fórmulas mágicas y que cada caso es único, por lo que es necesario experimentar un poco con los números para saber cómo conseguir buenos resultados.

Según Daniel, estos son los puntos más importantes que hay que tener en cuenta a la hora de configurar los precios:

A la hora de establecer el precio de un anuncio, se deben tener en cuenta factores internos y externos. Los internos están relacionados con tus necesidades económicas o con lo que esperas ganar, mientras que los externos se vinculan al tipo de propiedad que ofreces, la estacionalidad de la demanda en tu zona, las tendencias locales y la coyuntura económica global. Todos estos factores combinados afectan a tu estrategia de precios.

En mi caso, al ser un anfitrión particular de cuatro alojamientos pequeños ubicados en una isla con una gran demanda turística, mantener un índice de ocupación elevado es fundamental, porque me permite obtener rentabilidad con precios asequibles en un mercado muy competitivo.

Creo que es importante definir unas expectativas realistas, teniendo en cuenta los gastos y los beneficios que se quieren obtener. Para algunas personas, como es mi caso, hospedar es la principal ocupación y fuente de ingresos; para otras, en cambio, se trata de una actividad secundaria que les permite obtener el dinero extra que necesitan para pagar la hipoteca, financiar el mantenimiento o las mejoras de sus viviendas o ayudar económicamente a sus familias. Sea como sea, es importante que tengas claro cuáles son tus objetivos y qué puedes ofrecer a los viajeros para hacerte una idea de lo que puedes llegar a ganar.

Tal y como ocurre con las casas, los precios también necesitan un mantenimiento casi a diario.

No se trata de fijar un precio y sentarse a esperar que lleguen las reservas: hay que mantenerlos actualizados. Por eso, mi recomendación es que se lleven a cabo estas tareas diariamente:

• Revisar los calendarios y actualizar los precios.

• Analizar las tendencias económicas de tu zona y actuar en consecuencia.

• Probar diferentes promociones y jugar con la estancia mínima.

• Mantener las imágenes y los pies de foto al día.

• Tratar a tu anuncio como si fuera el escaparate de tu alojamiento, ¡porque lo es!

En mi caso, las utilizo a diario para personalizar la estancia mínima, establecer descuentos semanales o mensuales y ofrecer promociones.

La gente suele animarse a reservar estancias más largas con estos descuentos para beneficiarse de un precio especial; ¡así todos salimos ganando!

Las promociones son una de mis herramientas favoritas. Me permiten establecer un precio para los próximos meses, generalmente a tres meses vista; si no consigo reservas para ese periodo, siempre tengo la opción de añadir descuentos. Me gusta estar al corriente de la oferta y la demanda, y adaptar los precios en consecuencia.

Es normal preocuparse cuando no tenemos suficientes reservas, y todos los anfitriones nos encontramos en una situación así de vez en cuando. Espero que estas sugerencias sobre los precios y los anuncios te animen a hacer los cambios que necesites para despertar el interés de los viajeros y conseguir más reservas.

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