Alquileres para vacaciones en Caso

Campo de Caso es una pequeña y tranquila parroquia del concejo de Caso, en el interior de Asturias, en una zona rodeada de cumbres, desfiladeros y espectaculares paisajes verdes enclavada en el corazón de un parque natural. Aquí abundan los ríos, arroyos y, sobre todo, la vida silvestre. Si tienes ganas de hacer senderismo u otros deportes de montaña, no te faltarán los planes y encontrarás un sinfín de estampas que inmortalizar en una instantánea. Y, si te apetece visitar lugares como Covadonga o los Picos de Europa, no estarás muy lejos para hacer excursiones de un día. Eso sí, procura volver a tiempo a casa para disfrutar de una deliciosa cocina montañesa.

Tanto Campo de Caso como el concejo en general tienen un clima más frío que el del resto del Principado de Asturias. La época más templada es el verano, aunque por la noche refresca bastante. En invierno, las medias pueden rondar los 6 grados y hay muchas noches en las que los termómetros marcan temperaturas bajo cero. Suele haber mucha niebla y llueve bastante durante todo el año, más que en otros lugares de Asturias, por lo que, vengas cuando vengas, equípate bien para protegerte de la humedad.

La arquitectura popular

En el concejo de Caso abundan las construcciones históricas de periodos muy distintos, como los restos del poblado de Sobrescobio de la Edad de Bronce, el puente romano que cruza el río Nalón, la colegiata renacentista de Santa María La Real de Tanes y numerosos hórreos tradicionales de todo tipo y tamaño.

Cangas de Onís y Covadonga

Este pequeño pueblo y el santuario de la Virgen de Covadonga son probablemente los dos mayores emblemas para los asturianos y, seguramente, los lugares más visitados de la comunidad. La espectacular gruta de Covadonga y su basílica se encuentran en un paisaje de una gran belleza natural, y Cangas de Onís, con su puente romano del que pende una cruz sobre el río Sella, es una parada que nadie debería perderse cuando visita Asturias.

La gastronomía tradicional

La cocina en Asturias nunca defrauda ni viene en pequeños platos. Hay clásicos que siempre triunfan como la fabada o el pote de verduras, y también guisos de pollo o ternera, embutidos caseros y quesos tan arraigados a la tierra como el Cabrales. Aquí, concretamente, tienen el queso Casín, cuya tradición se remonta a la Edad Media y que tiene un característico sabor picante que puede ser adictivo.