Diseño a bajo coste: consejos de la Superanfitriona Huma

Una redactora de moda y Superanfitriona desvela sus secretos para ahorrar dinero.
Publicado por Airbnb el 9 de abr. de 2019
Lectura de 4 minutos
Última actualización: 17 de oct. de 2023

En Stockwell, un distrito del sur de Londres, hay una casa victoriana de color verde claro con una puerta rosa frambuesa. Tras empujar el pomo de latón situado en el centro y subir por una escalera que conoció tiempos mejores, te toparás con un entarimado de madera sobre el que descansa una cama vintage bañada por el sol y pegada a una llamativa pared de color turquesa. Es el alojamiento de Huma, una casa histórica de cuatro dormitorios equipada con servicios modernos.

«Es una sinfonía estética realmente maravillosa», escribió Mimi de Viena, Austria, una de los muchos huéspedes que han dejado un comentario sobre el estilo y la decoración de Huma. «Cada detalle, por pequeño que sea, está cuidadosamente pensado y todos los muebles cuentan una historia».

El alojamiento de Huma está decorado con tanto gusto que cuesta creer que no tenga ningún tipo de formación oficial en diseño de interiores. Simplemente es un tema que le encanta, y aprovecha su actividad en Airbnb para dar rienda suelta a esta pasión.

Esta Superanfitriona dejó un ratito de pintar una estantería para contarnos cómo empezó a hospedar y cómo lo compagina con su trabajo a tiempo completo como editora de una revista, y ya de paso darnos algún que otro consejo para reformar un alojamiento con poco presupuesto.

Tu casa en su conjunto es preciosa y transmite armonía. ¿Aprovechaste tu experiencia en la revista?
Soy editora para una revista independiente de moda, pero el diseño de interiores ya me interesaba mucho antes. Para que te hagas una idea, ¡empecé a hacer acopio de objetos para mi primera casa incluso antes de tenerla! Me encantan cosas de lo más variadas, como las cuberterías. Por aquella época también devoraba revistas de decoración en busca de ideas para el que sería mi primer hogar.

¿Y luego decidiste aprovechar esta capacidad y hacerte anfitriona?
En realidad me uní a Airbnb en 2012. Eran los Juegos Olímpicos y la gente decía que se podía ganar mucho dinero. Mi idea no era hacerme rica, sino tener una fuente de ingresos. En aquel momento no tenía el apartamento alquilado y estaba intentando venderlo. Fue en 2016 cuando empecé a recibir huéspedes en mi propia casa. Antes había tenido compañeros de piso, y un día me animé a probar Airbnb y anuncié uno de los dormitorios libres. Pensaba que sería temporal, pero poco a poco los fui ocupando todos. De hecho, las tres habitaciones llevan en Airbnb desde que mi última compañera de piso se marchó el verano pasado. No tenía nada planificado: surgió así y ahora ya no hay quien lo pare.

Cuéntanos cómo reformaste tu alojamiento. Parece que la obra fue importante...
Esta casa la he reformado de arriba abajo. Prefiero no saber cuánto me ha costado, pero sin duda lo más caro fue la mano de obra: albañiles, fontaneros, enlucidores y demás profesionales que se encargaron de todo lo que yo no sé hacer. En decoración gasté mucho menos de lo que puede parecer. Las gangas me pierden y rara vez pago el precio de venta completo por algo. Muchos de mis muebles son vintage y los consigo muy baratos en eBay. Algunos me salieron gratis porque simplemente me los encontré por la calle. Como un día que estaba con mi hermano y le grité que parase el coche porque había visto una silla con una forma preciosa. No tenía carcoma (¡hay que comprobarlo siempre!), así que pude pintarla. Mientras la estructura esté en buen estado, puedo restaurar cualquier mueble, por muy destartalado que parezca.

¿Algún consejo para los anfitriones que quieran cambiar la decoración de su espacio, pero crean que eso requiere mucho tiempo o hacer una gran inversión?
En primer lugar, pintar es la forma más barata de cambiar el look de una habitación. Las opciones son casi infinitas y el gasto, mínimo. En mi opinión, el blanco es mejor evitarlo salvo que tengas un espacio industrial de tipo loft, ya que resulta frío e insulso, y además se ensucia a la mínima de cambio. El color que más uso yo es el gris. Con él consigo una base neutra que pega con todo, pero es más elegante y más sufrido que el blanco. Un tono gris claro es una buena opción para quienes no están acostumbrados a usar color porque combina con cualquier cosa.

¿Cómo compaginas tu trabajo a jornada completa con ser anfitriona?
La mayoría de los días trabajo desde casa, y eso me da mucha flexibilidad para hospedar. No creo que pudiera hacer esto si tuviera que ir todos los días a la oficina. Básicamente, dejo las dos pantallas abiertas y voy alternando: a ratos gestiono el panel de control de Airbnb y los mensajes que recibo a través de la plataforma, y otras me centro en mi trabajo para la revista. No siempre puedo responder de inmediato, pero la mayoría de las veces tardo menos de 30 minutos. Los huéspedes agradecen esa rapidez, que a menudo no se esperan. No estoy mirando la pantalla del ordenador constantemente; me llegan notificaciones de la aplicación de Airbnb.

Por la mañana, mientras me tomo el café, compruebo si tengo algo pendiente y después planifico el resto de mi jornada. Es algo que requiere mucho tiempo y organización, y debo pensar bien en qué orden lo limpio y preparo todo. El dormitorio siempre es lo primero porque no puede estar a medio hacer cuando lleguen los huéspedes. Luego paso a los baños.

¿Te gustaría añadir algo más?
Al principio me preocupaba si un mes tenía poco movimiento, pero con el tiempo he aprendido a tomármelo con más filosofía. Si te esfuerzas, acabarás recibiendo reservas. Hay que tener confianza y fe en lo que ofreces. Ah, y vas a limpiar y a poner más lavadoras que en toda tu vida.

Airbnb
9 de abr. de 2019
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