Alquileres para vacaciones en Baztan

El valle del Baztán, en Navarra, es un sitio que inspira. Sus paisajes te trasladan a los cuentos y leyendas que te contaban los abuelos, y sus pueblos siguen manteniendo ese aura de misterio que atrapa. Además, no te aburrirás: adéntrate en la naturaleza, que viste sus mejores galas en la zona en otoño, o piérdete por los pueblos con casas señoriales en cada esquina. ¡Te parecerá que estás en el escenario de una película! Pero espera, porque igual lo estás, porque en esta zona se han grabado varias. Si las has visto, seguro que sabes de lo que te estamos hablando, así que no pierdas tiempo y busca tu alojamiento ideal para pasar unos días mágicos.

El tiempo en el Baztán es bastante suave. Las temperaturas medias en invierno no bajan de los 6 grados y, en verano, no suelen superar los 20. En otoño e invierno, seguramente te toque encender la chimenea, pero no hay nada como un buen fuego para que te sientas como en casa, y ¡además puedes darte un capricho y hacerte unas castañas asadas!

Si te preocupa la nieve, la verdad es que solo cuaja en las zonas más altas del valle. En las partes bajas apenas nieva y, cuando lo hace, se va rápido. Eso sí, el paraguas que no falte nunca. Es muy normal que haya muchas nubes durante todo el año y, sobre todo, que llueva en otoño e invierno.

Elizondo y sus chocolaterías

Elizondo es el pueblo más grande del valle y puede que el más interesante de todos para los que son de fuera. En el casco viejo, no te pierdas el puente de Txokoto, que te sonará de las películas de la trilogía del Baztán. Y no te vayas sin visitar las chocolaterías y probar las urrakin egiña, uno de los dulces más ricos y típicos de la región.

El camino de Santiago de Baztán

Esta ruta no es de las más conocidas, pero es buen plan seguir el camino jacobeo por aquí y pasar por Amaiur, donde se encuentra el famoso castillo. Si vas con niños, este recorrido es perfecto, ya que no es demasiado duro y el castillo les va a encantar.

El señorío de Irurita

Este pueblo también es de los más grandes del valle, pero sobre todo es de los más elegantes, gracias a casas como Dorrea o Indakoetxea muy famosas por su antigüedad y su belleza. Y si quieres algo de lo más auténtico, pásate por la cancha de laxoa, una modalidad antigua de la pelota vasca que aún se practica en algunos pueblos de la región.