Alquileres para vacaciones en Canet d'en Berenguer

Canet d’en Berenguer es pura costa valenciana. Es de esos pueblos pequeñitos tan privilegiados en los que el buen tiempo es el residente más habitual y, si vienes de visita unos días, lo más probable es que te reciba con un sol resplandeciente en el cielo y los brazos abiertos en la tierra. Porque Canet d’en Berenguer es, además, un pueblo que acoge a sus visitantes con mucho cariño. Mucha gente dice que lo de aquí es buena vida de verdad. Por eso, deberías vivirlo en primera persona descansando en la playa, paseando por el pueblo, saboreando un buen arroz, visitando su museo etnológico y el Palacio de los Saavedra y descubriendo uno de los emblemas de los que el pueblo se siente más orgulloso: el faro.

El tiempo en Canet d’en Berenguer es muy agradable, con unos veranos en los que las temperaturas pueden subir hasta los 30 grados, y unos inviernos en los que rara vez se baja de los 10. Con esto, puedes hacerte una idea de que la temporada de sol y playa que va desde mediados de junio hasta principios de septiembre es muy atractiva para ir en familia y disfrutar de esas temperaturas frente al mar. Aunque no haga demasiado frío ni en los meses de invierno, tienes que tener en cuenta que septiembre y octubre son la época en la que más llueve y, durante el invierno, aunque menos, también cae agua.

La playa de Racó de Mar

Es la playa más grande y la más querida en Canet d’en Berenguer. No es el típico arenal lleno de turistas y sombrillas, sino una gran playa con arena muy fina y un valor ecológico enorme. Sus dunas naturales son buena muestra de ello, ¡y lleva más de treinta años con bandera azul! Si quieres una playa un poco diferente para practicar deportes náuticos, muy cerquita tienes la de Almardá.

La gastronomía

La cocina de la Comunidad Valenciana es riquísima y en Canet puedes disfrutar mucho si te gusta comer bien. Aquí encontrarás todo tipo de arroces acompañados de pescados y mariscos, o los típicos esgarraets con bacalao o atún, pero no te vayas sin pedir el plato local por excelencia: los huevos con langostinos.

El paseo marítimo

Tiene más de un kilómetro de longitud, así que te puedes imaginar por qué uno de los deportes locales es recorrerlo de arriba abajo… una y otra vez. Así lo hacen sus vecinos. Date una vuelta por él y disfruta de los puestos de artesanía y regalos que suele haber abiertos durante casi todo el día.