Parte de la información se ha traducido automáticamente. Mostrar en el idioma original

Alquileres para vacaciones en Castilla y León

Encuentra y reserva alojamientos únicos en Airbnb

Cuando los resultados estén disponibles, podrás navegar usando las teclas de las flechas hacia arriba y hacia abajo, o bien tocando y deslizando la pantalla.
1 de 3 páginas
1 de 3 páginas

Servicios populares en casas para vacaciones en Castilla y León

Tu guía de Castilla y León

Introducción

Los castellanos dicen que «ancha es Castilla» Y lo es, esta comunidad autónoma tiene nueve provincias y en todas te esperan maravillas arquitectónicas, una gastronomía para chuparse los dedos, naturaleza y miles de años de historia. Valladolid, la capital, es perfecta para pasear y salir de vinos. Las catedrales y universidades de Burgos y de Salamanca son de las más bonitas de España. En Palencia tienes la reserva natural de Las Tuerces, las tortugas gigantes de piedra. En Ávila, las murallas, Gredos y el chuletón. Zamora y Soria son tierras de vinos y naturaleza. Y a León y Segovia tienes que ir al menos una vez en la vida. Puedes recorrerlas todas en unas largas vacaciones o tomar la difícil decisión de escoger tu favorita.


La mejor época para quedarse en un alquiler vacacional en Castilla y León

En general todas las provincias de Castilla y León tienen el mismo clima, ya que están sobre una meseta a más de 1000 metros de altitud. En otoño e invierno hace un frío seco, que baja de los 0 grados con facilidad, y ninguna capital de provincia se libra de las heladas. En las montañas nieva con frecuencia, y pocos son los sitios que no se tiñen de blanco varias veces al año. En cambio, en verano, el calor es seco durante el día, con una media de 35 ºC de máxima. En primavera, el tiempo es más agradable, aunque suele llover más. Tú decides cuándo quieres ir porque todas las estaciones tienen su encanto.


Las actividades más populares en Castilla y León

Segovia y su gastronomía

El acueducto te dejará con la boca abierta y en las callejuelas del centro creerás que has hecho un viaje en el tiempo. En otros sitios, te recomendaríamos huir de los menús tradicionales, pero de aquí no puedes marcharte sin probar el cochinillo y los judiones de La Granja. Y de postre: ¡ponche segoviano! Recordarás el viaje por la comida.

Salamanca y el Pozo de los Humos

Salamanca es una de esas ciudades que hay que visitar de día y… ¡de noche! Piérdete por las calles, encuentra al astronauta en la catedral y a la rana en la universidad, y para rematar el día hazte una ronda por los bares favoritos de los universitarios.

Nos queda el río Duero y el paraíso natural de las Arribes, con el Pozo de los Humos. Y, si tienes tiempo, una excursión a los pueblecitos de la Peña de Francia.

León: Las Médulas y Babia

Visitar León es tu mejor excusa para recorrer sus calles de tapa en tapa. Luego puedes quemarlas en Las Médulas, unas minas romanas de oro que explotaban con agua, o en Babia, en los «alpes leoneses» donde podrás disfrutar de unos de los paisajes más increíbles de todo el territorio. ¿Te animas?

Destinos por descubrir