Alquileres para vacaciones en Riumar

Pocos sitios como Riumar, en Tarragona, te permiten ver en primera línea la desembocadura del Ebro, que es, sin exagerar, una de las grandes maravillas naturales de la península por sus peculiares paisajes. Allí encontrarás kilómetros de playa con la arena más fina que te puedas imaginar, arrozales infinitos, lagunas donde avistar miles de aves, un río perfecto para hacer kayak, ricos arroces y la emoción de ver cómo se funden el Ebro y el mar. Eso sí, hazte con un buen mapa para no perderte por su entramado de caminos ¡y con repelente para mosquitos! Ah, y si te apetece explorar los alrededores, tienes Tortosa, Peñíscola y Tarragona a solo una hora de ruta. Esta aventura promete.

Los veranos en Deltebre no son muy largos, pero son calurosos y húmedos. Las temperaturas medias en julio y agosto no suben de los 30 ºC y, aunque la sensación de bochorno pueda ser intensa, no es nada que un chapuzón en el mar no pueda aliviar. Además, los alojamientos en Riumar suelen tener aire acondicionado, perfecto para esas siestas veraniegas que al fresquito son puro placer.

Los inviernos son suaves por la cercanía del mar. Eso sí, en otoño y primavera llueve a menudo, así que echa un paraguas o un chubasquero a la maleta por si las moscas.

Las vistas desde el monte Caro

Está más o menos a una hora desde Riumar. Para subir, hay una senda muy bonita, y merece la pena llegar hasta la cumbre. Allí encontrarás uno de esos miradores que no te esperas y te dejan con la boca abierta, con vistas a todo el litoral y unas panorámicas alucinantes del delta del Ebro.

El amanecer desde la arena del Garxal

Desde este arenal disfrutarás de unos amaneceres espectaculares, y desde el mirador de la playa de Riumar también podrás ver atardeceres de película. Si estás de escapada romántica, ¡no hay cena con velas y violines que valga este espectáculo natural!

Recorrer el Ebro en barco

El caudal del río Ebro, sobre todo en el tramo final de su cauce, hace que sea muy fácil navegarlo. Un buen plan para hacer en familia es alquilar una pequeña embarcación a motor (con algunas no hace falta titulación) para disfrutar del entorno y la fauna. No te olvides de la protección solar para que el sol no te juegue una mala pasada, que estos viajecitos con aire fresco a veces engañan.