Parte de la información se ha traducido automáticamente. Mostrar en el idioma original

Alquileres para vacaciones en Robledillo de Gata

Encuentra y reserva alojamientos únicos en Airbnb

Cuando los resultados estén disponibles, podrás navegar usando las teclas de las flechas hacia arriba y hacia abajo, o bien tocando y deslizando la pantalla.
1 de 3 páginas
1 de 3 páginas

Servicios populares en casas para vacaciones en Robledillo de Gata

Tu guía de Robledillo de Gata

Introducción

Robledillo de Gata, en Extremadura, es uno de esos pueblos con un encanto especial porque está aislado del mundo. Gracias a esto, su forma tradicional de vivir y la belleza del entorno se han mantenido inalterados. A la entrada del pueblo aparca en la Ermita del Humilladero porque la mejor manera de conocerlo es a pie. Ha sido declarado conjunto histórico por su arquitectura tradicional extremeña, con casitas y estrechas calles laberínticas construidas en pizarra, madera y barro. Caminando, sube hasta el interior del pueblo y te encontrarás con la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVI. ¡Si te cruzas con alguien saluda, también es parte del encanto!


La mejor época para quedarse en un alquiler vacacional en Robledillo de Gata

El pueblo tiene una temperatura media de unos 13 ºC durante todo el año. Sí, suele hacer más frío que calor. Y aunque cualquier estación es buena para visitarlo, los inviernos son fríos y los veranos muy calurosos, pero desde mayo hasta septiembre no llueve mucho, así que es un buen momento para disfrutar de la zona. Si planeas tu visita en verano, lo mejor es dejar las caminatas para la mañana o la tarde. En cuanto a la lluvia, en otoño y primavera suele caer algún chaparrón (corto e intermitente), pero el resto del año será difícil que te mojes. En cualquier caso, meter un paraguas en la maleta no está de más si tienes pensado viajar en esas fechas.


Las actividades más populares en Robledillo de Gata

El museo del aceite

En la época medieval se construyó el Molino del Medio para aprovechar la fuerza de las aguas del río Árrago y prensar las aceitunas hasta conseguir aceite. Lo importante es que puedes venir a verlo gracias a uno de los vecinos del pueblo, que ha conservado la maquinaria y los elementos típicos que utilizaban desde hace siglos. ¡Es muy interesante!

Date un paseo por la orilla del río

Al salir del museo hay una pequeña cascada en un rincón muy bonito que queda a la izquierda. Desde ahí, sigue el camino que va junto al río. Si vas en contra de la corriente, llegarás hasta unas piscinas naturales donde podrás darte un baño si es verano, pero antes de llegar, por la orilla de este río, verás y podrás fotografiar puentes y soportales que parecen sacados de antiguas postales de pueblecitos. ¿Te animas al paseo?

Sube al mirador secreto del pueblo

Poca gente sube a este mirador y es fácil saltárselo. Cuando estés en las piscinas naturales y vayas dirección al pueblo, un poco antes de llegar, verás a tu izquierda una callejuela empedrada que sube. Camina por ella hasta que, otra vez a la izquierda, verás un sendero que sale. Síguelo hasta llegar al mirador. ¡Por las vistas habrá valido la pena!