Alquileres vacacionales en Zahara de la Sierra

Cuando oyes hablar de los pueblos de Cádiz, seguramente piensas en villas marineras con calas y barquitas que llegan al puerto después de faenar. Pero también hay otros pueblos alejados de la costa que merecen mucho la pena. Uno de ellos es Zahara de la Sierra, situado en el interior de la provincia, y dentro de la ruta de los pueblos blancos de la sierra de Grazalema. Cuando te vayas acercando, verás su castillo en lo alto de una loma haciendo equilibrios sobre un pantano azul y rodeado de montes verdes. Desde allí, podrás explorar un parque natural con microclimas llenos de contrastes y bosquecillos de pinsapos, un tipo de abeto único que solo se encuentra en Cádiz y Málaga, ¡e incluso sobrevolar sus lomas en parapente o ala delta!

Se puede decir que el tiempo, en términos generales, es suave y agradable en Zahara de la Sierra. Los veranos son cálidos, y las temperaturas suelen llegar a los 25 grados de media en los meses de julio y agosto. En cambio, el invierno refresca bastante, al estar en plena sierra interior, y los termómetros suelen rondar los 10 grados. Pero el invierno en esta zona de Grazalema se caracteriza más por las lluvias que hay, sobre todo en el mes de diciembre. Si te vas a alojar allí a partir de noviembre, te recomendamos que lleves ropa adecuada para protegerte de la lluvia y que en tu alojamiento cuentes con una chimenea para cobijarte y disfrutar de una estancia más acogedora.

El castillo y la torre del Homenaje

Zahara está edificada sobre la ladera de un monte y, en la cima de este, se encuentran los restos del antiguo castillo de la villa medieval. Es un sendero algo exigente, pero el esfuerzo merece la pena porque las vistas sobre las aguas celestes del pantano y las colinas verdes de los alrededores son bastante impresionantes.

Otros pueblos blancos

Hay muchos más pueblos blancos, cada uno con su encanto particular, no muy lejos de Zahara, pero no debes perderte los de Olvera, Setenil de la Bodega, Arcos de la Frontera y Grazalema.

El buen comer en la sierra de Grazalema

Después de recorrer las callejuelas de Zahara, asomarte a sus miradores y caminar por los senderos de la sierra, nada mejor que acomodarte en uno de sus restaurantes más típicos y pedir una sopa de tomate en verano o una de quemones en invierno, y algún que otro plato más consistente, como la tortilla de espárragos o un guiso de carne con pollo o conejo de campo.