Alquileres para vacaciones en Alfândega da Fé

¡Mi familia y yo disfrutamos de una estancia maravillosa en la granja de Jesse en el valle del Duero! El espacio era sereno y perfecto para nuestra familia de 5 adultos. Jesse nos dio recomendaciones fantásticas, como coordinar una deliciosa cena con su vecino y una excursión privada de un día entero por el valle del Duero (que fue el punto culminante de nuestro viaje). Jesse también es extremadamente receptivo y es fácil tratar con él. ¡Recomiendo encarecidamente este lugar a cualquiera que venga a visitar el valle del Duero!

Ubicación mágica en el valle del Duero. María fue maravillosa, teníamos todo lo que necesitábamos para una estancia de 3 noches en invierno. Estoy deseando volver en los meses más cálidos para ver la belleza completa del Duero.

Disfrutamos de nuestra visita con nuestra familia durante el Año Nuevo durante tres noches. Luis fue un anfitrión muy servicial y siempre respondió rápidamente a cualquier pregunta. Apreciamos el pastel recién horneado a la llegada y en la segunda mañana algunas golosinas de la panadería. Disfrutamos especialmente viendo los fuegos artificiales desde el exclusivo centro vacacional del lado opuesto del río para el Año Nuevo. Abrimos una botella de burbujas para compartir en la terraza de la azotea con una vista fabulosa a medianoche. Gran ambiente. Sería divertido volver durante los meses de verano para disfrutar de la encantadora piscina.

¡Un alojamiento maravilloso y unos anfitriones maravillosos! Es remoto, demasiado lejos normalmente para ir a pie a la ciudad, pero nuestros anfitriones hicieron un gran trabajo al proporcionarnos comida de desayuno y vino, por lo que nunca nos faltaron las cosas importantes. Hermoso lugar, hermosas vistas, piscina encantadora (demasiado fría para usarla cuando fuimos), sauna y sala de entrenamiento. Bodegas por toda la zona. Muchas gracias a nuestra anfitriona, Tania, que fue muy receptiva y agradable.

Disfruté de una estancia tranquila en Esphinhosa. La casa es muy acogedora y tiene mucho espacio. Las vistas son increíbles con los viñedos al otro lado del carril. Prácticamente no hay tráfico, ya que es el penúltimo lugar en la carretera. A 5 minutos a pie de la pequeña aldea de Esphinhosa. Hay una pequeña cafetería y una tienda de comestibles en la ciudad. Tiene lo básico para sobrevivir. Si planeas preparar tus propias comidas en la cocina bien equipada, recuerda comprar tus comestibles en el camino. Para el equipaje grande, querrás acceder al segundo piso desde la puerta trasera que sube la colina en lugar de utilizar las escaleras de caracol. Además, Google Maps nos llevó directamente a través de Espinhosa. Para pasar por las casas donde R.Direita se encuentra con R.dos Valados, tuvimos que plegar los espejos de nuestro Dacia Duster con probablemente solo 1/2 pulgada de sobra a cada lado. Asegúrate de usar Rua Cimo do Povo y sigue las indicaciones hacia Valado Houses. Buena comida local en el restaurante Pesqueirense en São João da Pesqueir.

Una casa estupenda para estar muy tranquilos 8 personas. Está muy equipada y no le falta ni un detalle para poder estar tranquilamente. Zona tranquila a 5m de la autopista. Nosotros hemos estado en invierno pero esta casa en verano será digna de disfrutarla al máximo. La comunicación con Sonia siempre ha sido muy rápida y ha estado atenta a todo lo que necesitábamos.

Ricardo tiene un alojamiento estupendo. Verdaderamente maravilloso. Pasar una noche allí fue una experiencia que atesoraremos durante mucho tiempo. Si tienes la oportunidad, simplemente resérvalo y no te decepcionará.

Este lugar nos dejó boquiabiertos. Vida sencilla en un entorno increíble. Tranquilo y aislado con un grupo de perros amistosos para hacerte compañía en los paseos (te seguirán a menos que conduzcas). Un enfoque completamente relajado al que puedes tardar un poco en acostumbrarte si estás acostumbrado a lugares concurridos.

Recibimos una cálida bienvenida. El piso estaba muy limpio y la sala de estar estaba decorada con estilo. La vista sobre el lago era impresionante, al igual que la campiña circundante. Como ciclistas de carretera, nos encantó la zona. La piscina era estupenda para baños de hielo soleados después del paseo (¡en septiembre!). 😉