Alquileres para vacaciones en Conil de la Frontera

Conil de la Frontera es uno de los pueblos más pintorescos de la costa de Cádiz. Su historia y su cultura atraen a viajeros de todas partes, pero también sus playas infinitas y su paseo marítimo. Si todavía no tienes claro si Conil es el sitio donde pasar unos días de escapada o unas vacaciones en familia, te damos una razón más: ¡se come de lujo! Su oferta gastronómica es cada vez más prestigiosa. No puedes salir a un restaurante y no comerte algún plato con atún, el pescado que tanta fama le ha dado a esta localidad a lo largo de los años.

Como en toda la costa de la Luz, el clima en Conil de la Frontera es agradable, con temperaturas más altas en los meses de verano, en los que la playa y el mar son el mejor recurso para superar el calor. Pero sin sol, no podrías disfrutar el atardecer y te garantizamos que el de Conil tiene fama en todo el país por algo.

En invierno, las temperaturas bajan y la humedad sube, e influye en la sensación térmica, claro está. Además, también aumenta la fuerza del viento, por lo que es recomendable que lleves ropa de abrigo si tienes pensado viajar en esta época.

La lonja de pescado

Como pueblo marinero que se precie, en Conil no falta el puerto pesquero al que llegan los barcos para descargar todo lo que han recogido durante su faena. En la lonja hay un espacio para visitantes, donde podrás vivir en primera persona el ambiente de la subasta y, además, echar un vistazo a la materia prima que luego podrás degustar en sus bares más míticos.

Recorrido por el casco antiguo

Conil es el típico pueblo de Andalucía que todos tenemos en mente, con una panorámica de casas encaladas de blanco. En la parte vieja, podrás visitar rincones emblemáticos, como la Puerta de la Villa, la Torre de Guzmán y el barrio de pescadores. Y, para terminar la jornada, nada mejor que disfrutar del ambiente local con una cerveza bien fría y una ración de pescadito frito.

Atardecer en el cabo Roche

Las puestas de sol de Conil de la Frontera se te quedarán grabadas en la retina. Pero si te acercas al cabo Roche, con su faro y las gaviotas como banda sonora, vivirás una experiencia única de verdad.