Alquileres para vacaciones en Rairiz de Veiga

La atención genial , Maria y David son geniales y muy majos , nos animamos a último momento a reservar y no hubo ningún problema , David nos espero para poder recibirnos a altas horas de la noche y se permite la entrada de perretes que esta perfecto. La chimenea es un puntazo y nos recibieron con detalles como el vino que lo hicieron mejor aún. la privacidad es perfecta , nos encantó el lugar

casa impecable y bien situada

Muy posiblemente David sea el mejor anfitrión que hemos tenido nunca. La casa es preciosa y funcional y la finca un sueño. Es un oasis en medio de Ourense con espacios naturales de sombra y sol perfectamente pensados y organizados. Los animalitos que hay le dan un encanto especial, tanto los patos como los gatitos. Happy, el perrito que nos recibió y despidió muy educado y juguetón. David nos ha ayudado en todo, es muy agradable y generoso. El día de la salida no tenía gente y nos dejó quedar sin restricciones. Nos trajo para almorzar productos caseros frescos del día y con ello comimos riquísimo y sanísimo. Venimos a celebrar 2 cumpleaños y la casa no tiene nada alrededor. Se puede celebrar y disfrutar sin ningún problema. David, gracias! nos volveremos a ver seguramente en octubre!

Lugar ideal para relajarse y contemplar la naturaleza.

Excelente el espacio, muy bonito. Anfitria súper agradable hizo que nuestra estancia fuera mucho mejor.

Todo fue genial. El alojamiento era tal y como se mostraba en las fotos.

He viajado bastante, pero alojarme en esta casa del árbol en Portugal fue, sinceramente, una de las experiencias más memorables que he tenido nunca. No es solo un alojamiento encantador, es algo mucho más especial. Ubicada tranquilamente en un lugar en peligro de extinción e increíblemente hermoso, la casa del árbol ofrece paz real y la oportunidad de desconectar y conectar con la naturaleza. Una estancia mágica: tranquila, hermosa y cuidadosamente pensada Esta estancia en una casa del árbol fue realmente una de las mejores experiencias que he tenido, y he viajado bastante. Ubicado en un lugar impresionante y en peligro de extinción, es tranquilo, hermoso y lleno de alma. La casa del árbol en sí es acogedora, encantadora y claramente construida con mucho amor y cuidado. Cada detalle parecía cuidadoso e intencionado. El anfitrión fue absolutamente encantador: amable, acogedor e increíblemente servicial. Realmente sentías que cuidaban de ti. Si buscas algo único, significativo y relajante, no puedo recomendar este lugar lo suficiente. Volvería en un abrir y cerrar de ojos.

Juanjo es un excelente anfitrión. Desde el primer momento estuvo pendiente de nosotros para cualquier cosa que necesitásemos. Además, contesta rapido a los mensajes, por lo que la comunicación fue muy fluida. El piso estaba impoluto y fue muy cómoda la estancia. La parte mala es que por las noches hay muchísimo ruido por los bares de debajo (hasta las 5 de la mañana) y el piso no está insonorizado, por lo que cuesta mucho dormir. Hacen falta tapones.