Alquileres para vacaciones en Santoña

¿Sabes dónde se encuentran las anchoas más ricas de la península? ¡Bingo! En el pueblecito cántabro de Santoña se producen algunas de las conservas de pescado más codiciadas en las despensas de media España, como las famosas anchoas del Cantábrico. Así que ya tienes una excusa más para visitar esta villa marinera en la que, además de comer y beber de lujo, podrás darte un chapuzón en las aguas del Cantábrico en la amplísima playa de Berria, hacer rutas por unos acantilados con vistas increíbles, como la del famoso faro del Caballo, pasear en barco por la bahía de Santoña e, incluso, revivir la época napoleónica al visitar fortificaciones como el Fuerte de Napoleón o el Fuerte de San Martín. Es un lugar lleno de encanto que tiene mucho por descubrir. ¿Te animas a venir?

Como buena localidad costera del norte, Santoña tiene un clima bastante fresco y húmedo en invierno, y algo más templado en los meses de verano. De ahí que la mayoría de sus visitantes vayan en los meses de junio a septiembre, en los que, aunque nublados (el cielo azul brilla por su ausencia la mayor parte del tiempo), los días son más cálidos, con temperaturas que no suben de los 27 ºC. Todo un lujo en pleno agosto, cuando medio país se fríe de calor al sol. Prepárate para que te llueva independientemente de la época del año, así que no olvides incluir en tu «checklist» para el viaje un buen chubasquero o, por lo menos, un paraguas. Serán tus mejores aliados.

Las fortificaciones de Santoña

Teletranspórtate a la época de Napoleón al visitar alguno de los fuertes que, en su día, defendían la villa marinera. Merecen una visita el de San Martín, el del Mazo, también conocido como el de Napoleón (no te pierdas las vistas panorámicas desde lo más alto), y el de San Carlos, desde el que también podrás hacer unas fotos estupendas del paisaje para llevarte de recuerdo.

La Cruz del Buciero

Derribada en varias ocasiones por los fuertes vientos que azotan el pico Buciero, la cruz que corona este monte de Santoña tiene, además de una curiosa historia a sus espaldas, una de las mejores vistas de pájaro de la bahía y de la marisma.

Los pinchos de los bares de Santoña

No te vayas de Santoña sin hacer una ronda por los bares del lugar, donde además de las conocidas anchoas, podrás catar los famosos pinchos del norte, sardinas asadas y demás delicias que te dejarán muy buen sabor de boca. Ah, y si quieres llevarte un recuerdo, no olvides comprar unas cuantas latas o botes en conserva.