Alquileres para vacaciones en Las Médulas

Es un paisaje sin igual, aunque en realidad es más una enorme obra de ingeniería romana, porque la convirtieron en una mina de oro a cielo abierto. Explotaban las montañas con agua: la traían con canalizaciones, excavaban túneles, los llenaban de agua y por la presión se derrumbaba. Después, buscaban entre la tierra desplazada y… ¡oro! Durante 200 años modificaron tanto el relieve que hasta formaron un lago. Pero han pasado tantos años que la naturaleza ha recuperado lo que es suyo. Ahora disfrutarás de un paisaje donde la arena roja contrasta con el verde de los árboles. ¿Todo listo para explorarlo?

Las Médulas son espectaculares en cualquier época del año. El cambio de estaciones modifica los colores de la vegetación y la hacen única. Si vienes en primavera o verano el clima es excepcional, aunque hace calor, y la frondosidad de la vegetación es perfecta para protegerte del sol. El otoño es ideal porque hace muy buena temperatura, pero la cantidad de visitantes también aumenta mucho. Si vienes entre noviembre y diciembre, ¡abrígate! El colorido es máximo y sacarás unas fotografías maravillosas de la naturaleza, sobre todo si ha nevado lo suficiente porque el contraste entre el blanco y el rojo de la arena es digno de ver. Y si en tu alojamiento en las Médulas hay chimenea pasarás unos días difíciles de olvidar. ¡Nada mejor para dar envidia!

Subir al mirador de Orellán

¡No puedes venir a Las Médulas y no subir al mirador de Orellán! Es una forma perfecta de empezar a visitarlas. Sus vistas panorámicas te van a enamorar nada más llegar. Otra opción igual de buena es dejarlo para el final, después de completar el recorrido circular. ¡Qué mejor despedida que una foto con estas vistas tan espectaculares!

Visita guiada al Circo de la Valiñas

Desde el Centro de recepción de visitantes tienes una ruta de 3 km que te llevará a uno de los últimos frentes de explotación, antes de que los romanos abandonaran la mina. Verás las galerías, la Cuevona y la Encantada en compañía de un guía que te explicará todo sobre este paisaje donde se mezclan naturaleza e historia. ¿Todo listo para caminar a través del tiempo?

Senda Reirigo y Senda Perimetral

Estas dos sendas son geniales para salirse del recorrido principal y ver Las Médulas de otra manera. La Senda Reirigo pasa por una zona conocida como «Fuente de la Perra» y es un sendero que discurre entre castaños en un tramo siempre ascendente, pero no muy difícil de seguir. Y la Senda Perimetral es la más larga de las rutas señalizadas y pasa por todos los lugares imprescindibles.